A veces, lo más “razonable” es…
Publicado por Patricio Varsariah el martes, febrero 25, 2025

Si observamos, descubriremos que al hombre animal nada le duele tanto como lo que es irracional; y, por el contrario, nada le atrae tanto como lo que es racional. Pero lo racional y lo irracional aparecen de manera diferente para diferentes personas, al igual que lo bueno y lo malo, lo rentable y lo no rentable. Por esta razón, en particular, necesitamos disciplina, para aprender a adaptar la preconcepción de lo racional y lo irracional a las diversas cosas conforme a la naturaleza.
Estoy hablando de los extremos a los que llegamos cuando nos sentimos atrapados. Cuando estás en ese lugar oscuro, tu mente se estrecha. Se centra en una cosa: escapar. Pero escapar no siempre significa el fin. A veces, significa encontrar una nueva forma de ver el problema. Cuando te sientas atrapado, piénsalo de nuevo. ¿Es esa realmente la única manera? ¿O te estás perdiendo algo?
Tienes opciones. Siempre las tienes. Incluso cuando no lo parece. La vida es principalmente cómo te sientes. Cuando te estás ahogando en la desesperación, la lógica se va por la ventana. Te aferras a lo que tiene sentido en ese momento.
Vivimos en un mundo de sufrimiento. Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas ante ello. Debemos comprender que el sufrimiento no se trata solo del dolor. Se trata de la perspectiva. La mente decide qué es insoportable y qué es razonable. El mismo acto que parece impensable un día puede parecer la única opción al día siguiente. La forma en que interpretamos la realidad es cómo vivimos.
Pienso que lo que parece insoportable para uno, parece razonable para otro. No es el evento en sí. Es cómo lo vemos. ¿Cómo te sientes o reaccionas cuando la vida parece insoportable? ¿Te derrumbas? ¿O luchas por seguir adelante? Creo que todos en algún momento de nuestra vida queremos. Pero luego recordamos que: todo está en nuestra cabeza. Si me convenzo de que algo es razonable, actuaré en consecuencia. Eso da miedo. Pero también es clave para tomar el control.
Cuando te sientas molesto, enojado o triste, no culpes a otro por tu estado mental. Tu condición es el resultado de tus propias opiniones e interpretaciones. Este conocimiento se aplica a todo lo que soportamos. Lo que parece imposible hoy puede parecer normal mañana. Podemos acostumbrarnos a lo que tememos. Lo que creemos que no podemos vivir sin él, finalmente lo dejamos atrás. La mente cambia. Muchas veces en un solo día. Decide qué es insoportable y qué es simplemente otra cosa a la que enfrentarse.
A veces piensas: “No puedo soportar esto”. Entonces lo soportas. Piensas que no sobrevivirás a esto. Entonces lo haces. La mente se adapta. Se dobla. Encuentra una manera. La historia lo demuestra. Los prisioneros sobreviven décadas en celdas diminutas. Los soldados soportan años de guerra. La gente pierde todo y sigue adelante. Viktor Frankl, un sobreviviente del Holocausto, dijo: “A un hombre se le puede quitar todo, menos una cosa: la última de las libertades humanas: la de elegir la actitud que uno debe adoptar en cualquier circunstancia”.
Incluso en la oscuridad, se puede encontrar la luz. No dejes que el dolor se apodere de ti. No dejes que la desesperación gane. Lo que crees que te va a romper, nunca lo hará. He tenido muchas experiencias en las que pensé: “Esto me va a romper”. Pero no fue así. La mente es buena para reescribir narrativas e historias.
¿Qué te parece insoportable ahora mismo? ¿Y si, con el tiempo, no lo hará? ¿Y si tu mente cambia? Y verás las cosas de otra manera. Porque eso es lo que hace. Eso es lo que puede hacer. Cuando me siento abrumado, normalmente es porque quiero demasiado. O quiero las cosas equivocadas. Quiero control. Quiero certeza. Pero puedo centrarme en un camino diferente. Una mentalidad diferente para volver a tomar el control.
No somos víctimas de las circunstancias. Diseñamos nuestras propias experiencias, sobre todo en nuestra cabeza. Elegimos cómo vemos el mundo y cómo respondemos a él. Es una verdad poderosa. Los patrones arraigados, como el trauma o los años de condicionamiento, son difíciles de cambiar.
El conocimiento que os presento es una herramienta, no una cura. Aún debemos hacer el trabajo. Por qué la realidad de alguien no desaparece con una simple decisión. No podemos decirle a alguien: “Cambia de opinión”. Pero quiero darles un punto de partida, una dirección, mostrarles lo que es posible. Pero debemos reconocer la complejidad del cambio de mentalidad. Es un proceso. Es una lucha. Es un viaje.
Las personas que recorren caminos oscuros conocen las consecuencias. Ven la destrucción. Pero continúan. Porque el alivio inmediato, el escape temporal, parece más razonable que el dolor a largo plazo. No es una elección lógica. Es una elección emocional. Es una elección impulsada por la desesperación. Es una elección impulsada por una percepción distorsionada. No podemos juzgar. No podemos condenar. Solo podemos tratar de comprender.
El punto de partida es conocer nuestro poder. Y responsabilidad. Tenemos la responsabilidad de usar nuestro poder sabiamente. Tenemos la responsabilidad de usarlo con compasión. Para nosotros mismos. Para los demás. No podemos ignorar el sufrimiento. No podemos desestimar el dolor. No podemos pretender que todos tengan el mismo acceso a la claridad mental. La percepción correcta es posible para todos.
Pero requiere trabajo. Mucho trabajo. A veces, lo más “razonable” es pedir ayuda. A veces, lo más “razonable” es admitir que estamos luchando. A veces, lo más “razonable” es ser amables con nosotros mismos. En una palabra: razonable. Es la forma en que nos convencemos de lo que vale la pena hacer y lo que no. Si realmente quieres algo, lo justificarás en tu mente antes de actuar. Lo contrario es cierto. Si no quieres hacer algo, se te ocurrirán muchas razones por las que no deberías hacerse.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.
Les deseo tanta salud, como gotas tiene la lluvia,