Confiar en que la vida siempre encuentra un camino.

De alguna manera, la vida debe mejorar. Ese pensamiento me hace seguir adelante. Lo sostengo cerca, especialmente en los días difíciles. Significa crecimiento. Significa encontrar luz, incluso en la oscuridad. No es solo esperanza; se siente como una verdad. Pero la vida no mejora por sí sola. Tengo que encontrarla a mitad de camino. Eso significa que debo hacer las preguntas difíciles. ¿Qué necesita cambiar? ¿Qué me mantiene aquí? ¿Cómo puedo seguir adelante? ¿Cómo mejora la vida? ¿Cómo avanzo? Me hago estas preguntas para desafiarme a mí mismo a hacer algo.
Esperar no funciona. La vida no cambia por sí sola. Tengo que cambiar. Tengo que tomar decisiones, incluso pequeñas. Cada elección es una inversión en mi yo futuro. El único viaje es el interior. Quien mira hacia adentro, despierta. He aprendido a dejar de buscar algo mejor afuera. Es mejor comenzar adentro. Cuando ya no podemos cambiar una situación, nos vemos obligados a cambiarnos a nosotros mismos. No puedo controlarlo todo, pero puedo elegir mi respuesta.
La vida no mejorará fuera de mí. Primero mejora dentro de mí. Pero eso requiere trabajo. Mejorar significa crecimiento. Pero requiere esfuerzo. Requiere conciencia. El crecimiento comienza al ver lo que me frena. Son los miedos, los patrones, las historias que me cuento a mí mismo. Tengo que superar lo incómodo. Es necesario. Pero el dolor del crecimiento es temporal. La incomodidad significa que algo está sucediendo. Algo está cambiando. Los ríos tallan la roca con el tiempo. La vida encuentra un camino hacia adelante. Intento ser así. Constante. Persistente.
Algunos días, me siento estancado. Las dudas, los miedos y los remordimientos me frenan. Intento recordarme conscientemente que todo es temporal. Las estaciones cambian. También lo hace el dolor. La única constante es el movimiento. La vida siempre está cambiando, aunque sea lentamente. Esa verdad me acerca a la luz. Me ayuda a volver a lo básico. Empiezo de nuevo. Planifico una nueva semilla de esperanza. Y me concentro en lo que puedo controlar. Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo más importante. Cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. Cada elección es una semilla para una vida mejor.
La vida debe mejorar. No por suerte, sino por esfuerzo. No por espera, sino por conciencia. Me aferro a esa verdad. Elijo creer en algo mejor. Elijo trabajar por ello. Elijo encontrarlo, incluso en las cosas pequeñas. De alguna manera, la vida siempre avanza. Y yo también. Tal vez ese sea el secreto. No forzar algo mejor, sino confiar en ello. Confiar en que la vida siempre encuentra un camino. Confiar en que yo también lo encontraré. Lo mejor no llega de repente. Es lento, como un amanecer. Aparece cuando no estás mirando. Un pequeño cambio, un pequeño paso, y de repente las cosas se sienten mejor.
El cerebro se reconecta a sí mismo a través del esfuerzo. Cada pequeña acción crea nuevos caminos. Incluso la esperanza cambia el funcionamiento del cerebro. Es una prueba de que es posible mejorar, incluso en pequeños pasos. Pequeñas acciones constantes conducen a grandes cambios con el tiempo. Intento vivir así. No necesito arreglar todo de una vez. Solo necesito avanzar. De alguna manera, la vida mejora porque creo que puede hacerlo. Esa creencia me hace actuar.
Creer que puedes cambiar te hace actuar. Actuar hace que el cambio sea real. Convertirse es mejor que ser. Cada pequeño paso importa. La vida mejora porque elegimos seguir creciendo. No de golpe. Solo poco a poco. De alguna manera, la vida debe mejorar porque tenemos el poder de cambiar la forma en que la vivimos. Aprendemos a enfrentar las cosas difíciles con más coraje. Encontramos la luz, incluso en la oscuridad.
La vida mejora porque creemos que puede hacerlo. Y esa creencia se convierte en la luz que nos hace avanzar. La vida mejora porque decidimos que lo hará. No instantáneamente. No es fácil, pero sucede. Llevas tu creencia como una linterna en la oscuridad. Esa creencia ilumina el camino, sin importar cuán lejos tengas que llegar.
Puede que no controles todos los eventos que te suceden, pero puedes decidir no dejarte reducir por ellos. Tienes el poder de cambiar tu forma de vivir. El poder de ver las cosas de manera diferente.
Los pensamientos que eliges se fortalecen con el tiempo. Creer que la vida puede mejorar crea un camino hacia adelante. Creer que tienes lo necesario te ayuda a dar ese primer paso. Esa creencia se fortalece con cada pequeña victoria. La creencia no solo te guía, te transforma. Convierte la posibilidad en realidad.
Elijo concentrarme en la luz incluso cuando estoy herido. La herida es el lugar por donde la luz entra en ti. La luz siempre está ahí, aunque parezca lejana. La luz puede ser cualquier cosa que necesites que sea. El dolor puede abrirnos, pero también deja entrar la luz. Nos muestra lo que importa. Nos enseña a sanar. Me aferro a esa verdad. Tú también puedes. No tienes que ver todo el camino. Solo confía en que la vida avanza. Confía en que el cambio es posible. Confía en que tu creencia, sin importar cuán pequeña sea, tiene poder. Confía en que la herida sanará.
De alguna manera, la vida mejora. No por casualidad, sino por elección. Por coraje. Por creencia. Esa creencia es la luz que llevas. Es lo que hace posible lo mejor. Es lo que hace que lo mejor sea real. Lo mejor siempre está a tu alcance.
Gracias por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.
Solo se vive una vez, pero si se hace bien, una vez es suficiente.