Debemos mantener la cordura.
Publicado por Patricio Varsariah el jueves, abril 17, 2025

Esta es la cita más relevante para estos tiempos locos. La única verdad que todos necesitan escuchar ahora mismo. "Estos son tiempos locos" es quedarse corto. La incertidumbre ha llegado a su punto máximo. Pero podría empeorar. La buena noticia es que no es una tragedia. Las cosas salen mejor para quienes aprovechan al máximo las circunstancias.
Aprovecha al máximo lo que tienes. Y en un mundo donde las cosas se descontrolan, esa mentalidad es más que relevante: es supervivencia. Tu trabajo en la vida no es controlarlo todo. Tu trabajo es estar presente, una y otra vez, y sacar lo mejor de lo que suceda, no de lo que desearías que sucediera. Y cuando lo haces, por extraño que parezca, las cosas salen mejor. Quizás no como imaginabas, pero de una manera inesperada, más profunda y, a veces, mejor.
El mundo parece arder. Todos están indignados. La gente está enojada. Frustrada. Tienen derecho a estarlo. Seguramente esto no puede ser la nueva normalidad. Pero está sucediendo.Muy rápido.
Los mejores sobrevivientes no son aquellos con circunstancias perfectas, sino aquellos que hacen un uso perfecto de las circunstancias imperfectas. La cordura no es la ausencia de locura a tu alrededor. Es la presencia de claridad dentro de ti. Mantén la tuya. Las personas que amas la necesitan.
Sinceramente, lo más difícil del mundo ahora mismo es no perder la cabeza. No dejar que el caos se apodere de tu espíritu. Sacar lo mejor de cómo resultan las cosas no significa que no puedas sentirte decepcionado. Claro que sí. Significa plantarse en ello, sea lo que sea, y decir: «No he terminado. Sigo aquí». «Debo mantener la cordura».
A veces pierdo la esperanza. Pero finalmente, me levanto y reflexiono: «¿Qué puedo aprender de esto? ¿Qué puedo construir aún con lo que tengo? A veces, seguir adelante, simplemente seguir adelante, es el logro sobrehumano.
Puedes mantener la cordura. Todo puede surgir de la decisión de aprovechar al máximo cómo resultan las cosas. Empieza por reenfocarte en tu círculo de control. No puedes controlarlo todo. Ni la economía. Ni a los demás. Pero puedes crear algo con lo que te queda. Ese es el músculo que desarrollas cuando te tomas en serio la cita de que las únicas personas que hacen que la vida funcione ahora mismo son quienes la desean tanto que hacen lo que pueden mientras las condiciones siguen siendo desfavorables.
Todo, en todas partes, es malo. Pero aún puedes resolver las cosas. Ese es el mensaje.
Cuando ya no podemos cambiar una situación, nos vemos obligados a cambiarnos a nosotros mismos. A adaptarnos. O a cambiar nuestra mentalidad.
Puede que no pueda elegir las cartas, pero sí puedo elegir cómo jugarlas. Esa mentalidad lo es todo. Es lo que me impide quedarme atrapado en el resentimiento. Es lo que me convierte en alguien que se doblega sin romperse. Las personas cercanas a ti necesitan más de eso. Porque lo que estamos viviendo no va a parar pronto.
Pero si logras encontrar tu equilibrio ahora, si logras ser uno de los pocos que mantienen la calma cuando otros la pierden, ganas la batalla de la vida. Y eso importa. Más de lo que crees.
La pandemia lo cambió todo. Se llevó la vida de muchas personas. Y expuso las grietas en todo: la atención médica, la política, la salud mental. Pero también nos enseñó lo que realmente importa. ¿Quién importa? Algunas personas reconectaron con sus familias. Otras empezaron a bajar el ritmo. Y se dieron cuenta de que el ajetreo no siempre es el objetivo. De nuevo: no elegimos cómo resultó. Pero elegimos cómo responder.
Ese es el objetivo de este escrito.
Todo a nuestro alrededor se siente incierto, al revés y, a veces, incluso absurdo. Pero la verdad es simple: "Las cosas salen mejor para quienes aprovechan al máximo el resultado". No porque la vida sea justa. Sino porque eres resiliente.
Elige cómo te presentas. No solo una vez. Todos los días. Para ti y para tus seres queridos. Todo es una locura ahora mismo. Y muy incierto. Si no tienes cuidado, la locura te afectará. Empiezas a reaccionar. Pierdes de vista lo que valoras. Pero no tienes que perder la decencia, la claridad ni la fe. Los momentos difíciles son raras oportunidades para practicar la virtud. No esperes a que las cosas se calmen. Evoluciona. Aprovecha al máximo lo que sucede, no porque sea fácil. Pero porque así es como te mantienes humano.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.
A todo lo que te reste paz súmale distancia.