Hay sostener la esperanza en una mano y la realidad en la otra.
Publicado por Patricio Varsariah el domingo, diciembre 1, 2024
En esta vida debo hacer mi parte y no sorprenderme por el resultado. Es una de las muchas máximas que intento aplicar todos los días. Me ayuda a concentrarme en mis acciones sin apegarme a cómo resultan las cosas, esta mentalidad de vida de esperar lo mejor, prepararse para lo peor y no sorprenderse por nada intermedio, me ayuda a tener fe de que la vida siempre tendrá sus propias ideas. Solo podemos esperar, hacer, ser y permanecer indiferentes al caos.
Creo que hay que apostar por Dios. No se pierde nada si uno se equivoca sobre su existencia, se gana todo si uno tiene razón. Veo esa misma lógica en juego en la forma en que uno se prepara para la vida. Uno se inclina hacia la esperanza y te preparas contra la desesperación. Pero no dejas que lo intermedio te sorprenda. Eso es sabiduría. Bailas en su caos llamada vida. La esperanza es algo frágil. Te eleva, pero también te hace vulnerable. Por lo que hay sostener la esperanza en una mano y la realidad en la otra. La vida exige ambas.
Esperar lo mejor es agradable. Prepararse para lo peor te mantiene bajo control. No sorprenderse por todo lo intermedio es clave para la paz interior. La vida está llena de lo inesperado es un eufemismo. La gente decepciona. Los planes se desmoronan. Incluso tus mejores esfuerzos a veces fallan, pero no hay que perder la esperanza. Debemos equilibremos con la fuerza. Yo sé que la vida podía ser brutal, pero aun así eligió tener esperanza. Eso es coraje.
El hombre que ha anticipado la llegada de los problemas les quita su poder cuando llegan a eso se llama la premeditación del mal: la premeditación de los problemas, no podemos quedarnos pensando en ello, sino que debemos prepararnos. Piensa en lo peor que podría pasar. Siéntate con ello, pero desapego de ello, para deshacerte del dolor cuando suceda. Tenemos el poder sobre la mente, no sobre los acontecimientos externos. Date cuenta de esto y encontrarás fuerza. No puedes controlar la vida, pero sí puedes controlar la respuesta.
El miedo crece en las sombras. Ilumínalo. ¿Temes perder tu trabajo? Imagínatelo. Imagina las consecuencias. ¿Qué harás a continuación? Esa es la parte más importante. Ahora, actúa. Ahorra dinero. Desarrolla habilidades. Prepárate. De repente, perder el trabajo parece algo menor. Lo anticipaste. Le robaste su poder. No se trata de vivir en la negatividad.
Pero evitar los pensamientos duros no detiene las cosas malas. Te ciega. La preparación no te hace pesimista. Te da lucidez. Hay muchas historias de sobrevivientes que tenían esperanza, pero respondieron a las realidades de la vida con valentía. Cuando ya no podemos cambiar una situación, nos vemos obligados a cambiarnos a nosotros mismos. Yo he sobrevivido a muchas situaciones de enfermedades porque prepare mi mente. Encontré sentido incluso en el dolor a esto le llaman residencia.
Escribo para quien me lee que ensaye mentalmente las dificultades de la vida. No para detenernos en el miedo, sino para enfrentarlo antes de que llegue. La preparación no mata la esperanza, la fortalece. Tienes esperanza porque estás listo. Hay que negarse a dejar que la esperanza nos ciegue.
Hay que prepararse para las absurdeces de la vida, pero no hay que temerlos. Hay que hacer las paces con la idea de que la vida no es justa. Esa mentalidad cambiara la forma en que vives.
Hay que prepararse para las absurdeces de la vida, pero no hay que temerlos. Hay que hacer las paces con la idea de que la vida no es justa. Esa mentalidad cambiara la forma en que vives.
La esperanza te permite seguir adelante. La preparación te protege de la desesperación. Aceptar lo inesperado te mantiene en calma. Estas no son solo herramientas de supervivencia. Son herramientas para la vida. Así es como trato de vivir con una mente tranquila y un corazón abierto.
He convertido el dolor de la vida en arte. He convertido la lucha en sabiduría. No dejó que las peores experiencias de la vida me definan. Me he preparado para ellas, pero no dejo que maten mi esperanza.
He convertido el dolor de la vida en arte. He convertido la lucha en sabiduría. No dejó que las peores experiencias de la vida me definan. Me he preparado para ellas, pero no dejo que maten mi esperanza.
Trato de vivir así. No es fácil, pero funciona. Es fácil tener demasiadas esperanzas y no prepararse lo suficiente. Es tentador soñar en grande, pero descuidar el trabajo necesario para alcanzar esos sueños. Es tentador dejar que la esperanza se apodere de nosotros e ignorar la realidad. Nos sentimos más seguros si nos aferramos a los sueños y evitamos las duras verdades.
Pero ignorar la realidad solo nos prepara para más dolor. Enfrentar la realidad con esperanza y preparación es la forma de ganar. Es la forma de sobrevivir a lo peor y seguir disfrutando de lo mejor.
Pero ignorar la realidad solo nos prepara para más dolor. Enfrentar la realidad con esperanza y preparación es la forma de ganar. Es la forma de sobrevivir a lo peor y seguir disfrutando de lo mejor.
No oculto la amarga verdad de la vida. Intento mostrar cómo vivir a pesar de los absurdos de la vida. Esperanza, preparación, adaptación. Es una fórmula simple que lo contiene todo. Te enseña a elegir la vida como es, no como deseas que sea. La esperanza mantiene vivo tu espíritu. La preparación mantiene tu mente alerta.
¿Tengo suficiente esperanza? ¿Me preparo lo suficiente? ¿Dejo que la vida me sorprenda demasiado a menudo o mantengo la calma en medio de su caos? Esas son las preguntas que te ayudan a avanzar de la mejor manera posible. Mis palabras no son solo consejos. Son un llamado a vivir con sabiduría, valentía y un corazón abierto.
La esperanza es motivación. La preparación la protege. La aceptación le da libertad. Así es como trato de elevarme por encima del caos de la existencia. También es como honro mi vida. Esperando. Preparándome. Negándome a ser sorprendido por el desorden que hay entre medio. Yo vivo con esta verdad y te invito a hacer lo mismo.
Mi sabiduría es la libertad del sufrimiento innecesario. Si esperas lo inesperado, nunca te tomará por sorpresa. La decepción pierde su poder. La sorpresa se convierte en curiosidad en lugar de frustración. Cambia la forma en que reaccionas a los resultados inesperados de la vida. Te ayudara a mantenerte firme.
Con mi mensaje no te prometo perfección. La vida todavía te sorprenderá. La pérdida todavía te dolerá. El fracaso todavía te escocerá. Pero la esperanza y la preparación te dan la fuerza para seguir adelante. Te dan la capacidad de enfrentar la vida en tus propios términos. Te hace resiliente.
Mi gratitud por leer y que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.
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