La experiencia propia en tiempos pasados, me lleva a escribir hoy sobre un asunto que ha todos alguna vez nos ha sucedido, y es que, si aprendemos a decir las cosas, seguro que evitaremos muchos malentendidos. 

Los mal entendidos tienen el origen en uno mismo, sobre todo cuando nos creemos que estamos indefensos ante alguien. En estos casos desconfiamos en mayor medida de si nuestra personalidad es fuerte y segura. De ese malentendido surge el miedo a no saber defendernos, a vernos indefensos ante cualquier amenaza, ya sea real o inventada. 

Es muy frecuente encontrar tremendas dificultades de malos entendidos entre los componentes de una pareja, ya que puede generar roturas a través de los canales de comunicación, huidas para evitar conflictos o utilizar mecanismos inapropiados para expresarse.
             
En general todo deriva de malos entendimientos, producidos por discusiones improductivas, conflictos constantes que ocasionan el distanciamiento de la pareja. Esta situación de continuas desavenencias y sostenidas a través del tiempo, ocasionan pérdidas de capacidad para resolver los conflictos y otros problemas, como el acercamiento conyugal, disfunciones sexuales, etc.
            
No es nada nuevo reconocer que los verdaderos pilares de una relación es la pasión, la cual une a la pareja y proporciona el clima para una relación estable y perdurable. También el compromiso, el afecto, la intimidad y en definitiva el amor, son los componentes que pueden suavizar muchas tensiones que se producen día a día en la vida de pareja. 

Aunque el amor y el afecto por sí solos no resuelven grandes partes de las dificultades que diariamente se nos presentan, pueden ofrecer una gran dosis de poderosos incentivos, para llegar a encontrar una manera de superar los problemas. 

Lo que sí es realmente de suma importancia es una gran fuente de comprensión entre ambos, para así poder llegar a una buena forma de entendimiento.
            
Ya que mencioné anteriormente la necesidad de un alto grado de comprensión, he de decir que las personas susceptibles no suelen tolerar el razonamiento de los demás siendo demasiados exigentes con sus propias ideas. Creen que los demás hacen las cosas para fastidiarles, o hacerles daños. En estos casos sería justo ser más tolerantes con las ideas de tu pareja y comprender que a través del entendimiento podemos llegar a un perfecto estado de comprensión.
           
Por lo tanto, al fijarse solo en lo negativo, se dejan de ver “cosas” que pueden mejorar la relación, ya que ambos suelen estar empecinados en una sin razón que les impide llegar a un auténtico entendimiento. 

La verdad es que lo único que se nos viene a la mente es esa conocida frase: ¡Qué difícil es entenderse! 

Todos sabemos que la posibilidad de resolver cualquier tipo de problema no pasa precisamente por la recreación constante de la misma, haciéndole ver a tu pareja que tú sólo llevas la razón. Ello equivale a encerrarse de forma negativa y “tirar la toalla”. Desgraciadamente en muchas ocasiones, a lo largo de nuestra vida, nos vamos a encontrar ente situaciones que, teniendo solución, no sabemos resolver. Bien por su dificultad, bien porque las posturas contrapuestas son aparentemente irreconciliables.
           
De todas las experiencias he aprendido a solucionar esos problemas tomando siempre lo que es fundamental en una pareja, la comunicación. Ésta es una base primordial en toda relación. 

Hablar las cosas a tiempo, se evitan malentendidos equivocados, enojos que callamos y sobre todo rencores. Es de suma importancia evitar discusiones que surjan de temas pasados, ya que éstos endurecerán más la situación. 

Cada situación debe resolverse en el momento y no llegar a la “carcoma” del mal entendimiento.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
 Vive de acuerdo con tu naturaleza, NO con las expectativas de los demás.