La paz interior proviene de no resistirse a la realidad.
Publicado por Patricio Varsariah el miércoles, febrero 12, 2025

Llevo años intentando perfeccionando el arte de vivir bien. Desde la sencillez hasta la “razón de ser”, mi cultura y los años me han enseñado que hacer las cosas con conciencia, equilibrio y sentido puede contribuir más a una buena vida. Me han convertido en una mejor persona. Pequeños cambios pueden cambiarlo todo. No de golpe, sino poco a poco. Prueba una. Luego otra. Una a la vez. Lentamente. Con conciencia.
1. Escucha más allá de las palabras
No es necesario decirlo todo en voz alta. A veces, lo que no se dice importa más. Las señales sutiles. El lenguaje corporal, el tono, las intenciones, la energía, las pausas e incluso el sentimiento de una conversación. Esto es el arte de percibir lo que no se dice. La gente es consciente de ello en los negocios, las relaciones y la vida diaria. La gente escucha con todo su ser. Presta atención, no solo a las palabras, sino al sentimiento que hay detrás de ellas. Un amigo dice: “Estoy bien”, pero su voz está tensa. No está bien. No necesitas presionar. Simplemente estar ahí. Debemos aprender a reducir la velocidad. A observar. A escuchar verdaderamente.
2. Aprender, romper, dominar
El crecimiento ocurre en tres etapas: Primero, sigues las reglas. Practicas. Absorbes. Haces lo que debes. Un artista marcial practica movimientos básicos. Un chef sigue recetas al pie de la letra. No cuestionas. Simplemente aprendes. Luego, comienzas a doblar las reglas. Experimentas. Te adaptas. Cuestionas. El artista marcial modifica las técnicas. El chef juega con los sabores. Te alejas de la forma estricta y la haces tuya. Finalmente, trasciendes las reglas. No solo sigues. Simplemente haces. Tus movimientos son instinto. Tu trabajo es sin esfuerzo. El artista marcial fluye. El chef crea sin pensar. Se aplica a todo: arte, trabajo, vida. No apresures ningún proceso. Pero una vez que sepas qué funciona, no lo conviertas en una verdad absoluta. Sigue expandiéndote y experimentando. Primero, imitas. Luego, experimentas. Finalmente, lo haces tuyo. Eso es maestría. Eso es aprender, romper, dominar
3. Convierte el gasto consciente en un hábito
El estrés por el dinero es estrés de la vida. Convierte el gasto consciente en un hábito es el método del presupuesto simple y de la vieja escuela. Sin aplicaciones ni hojas de cálculo complicadas. Solo un cuaderno, un bolígrafo y cuatro preguntas: ¿Cuánto dinero tengo? ¿Cuánto quiero ahorrar? ¿Cuánto estoy gastando? ¿Cómo puedo mejorar? La idea es simple: haz un seguimiento de tus gastos, reflexiona sobre ellos y toma decisiones intencionales. Convierte el gasto en un acto consciente. No solo pasas una tarjeta, sino piensa: ¿Realmente necesito esto? ¿Aporta valor? Los pequeños hábitos monetarios conducen a una gran libertad financiera.
4. Deja tu huella en la vida. En Japón, muchas personas no tienen firmas. Utilizan sellos llamados Hanko. Es un símbolo de identidad. Hanko es un sello personal. Una marca de identidad. Todos dejamos huellas: en personas, lugares y el mundo. A través de nuestro trabajo. A través de la amabilidad. A través de lo que construimos y creamos. Tu sello personal es la prueba de que estuviste aquí. Es la forma en que tratas a las personas. El trabajo que haces. Hazlo tuyo. Steve Jobs dijo una vez: "Estamos aquí para dejar una huella en el universo". Eso es un sello personal.
5. Deja ir lo que no puedes controlar
Algunas cosas no cambiarán, sin importar cuánto deseemos que lo haga y no se puede evitar. Es una mentalidad de dejar ir. La crisis de nuestro tiempo. Las incertidumbres de la economía. Cómo la gente piensa y te percibe. Preocuparse no lo solucionará. Acéptalo y concéntrate en tu círculo de influencia. Dejar ir la lucha sin sentido. Concéntrese en lo que puede cambiar. No malgaste energía en lo que no puedes. Aceptar la realidad o lo que es reduce la ansiedad. Debemos practicar en deja ir lo que no puedes controlar y aceptar retrasos, contratiempos e incluso pérdidas personales con una fortaleza silenciosa. Cuando las cosas van mal, recuerde: algunas cosas no cambiarán, sin importar cuánto deseemos que lo haga. Luego, da el siguiente mejor paso.
6. Trasciende lo aparentemente insoportable con fortaleza y dignidad.
No siempre puedes elegir lo que sucede en la vida, pero puedes elegir cómo responder. Aprendamos a mantener la calma bajo presión. Mantenerse firme cuando las cosas se desmoronan, significa "soportar con paciencia y dignidad. Yo creo que muchas veces el sufrimiento es inevitable. Pero quejarse no arregla nada. La fortaleza proviene de seguir adelante, de enfrentar los obstáculos con una resiliencia silenciosa. Los sobrevivientes de los desastres miran más allá del dolor. No se rompen. Eso es trascender lo aparentemente insoportable con fortaleza y dignidad. Ponte el sombrero de la calma cuando sientas que las cosas se están desmoronando. Enfréntate al juramento con una fortaleza silenciosa.
7. Reflexiona sobre la simplicidad.
La simplicidad es un círculo dibujado de un solo trazo. Representa la imperfección, la completitud y el valor del presente. Los monjes zen lo pintan de un solo trazo, sin ediciones ni correcciones. Como la vida. Una vez que el pincel se mueve, no hay vuelta atrás. Tú y yo vivimos en una simplicidad. Inacabado, imperfecto, siempre en proceso de transformación. No necesitamos ser perfectos para estar completos. Solo necesitamos estar presentes. Algunos son abiertos. Otros son cerrados. Un círculo abierto significa crecimiento, movimiento y posibilidad. Uno cerrado significa completitud, aceptación, paz. Ambos son correctos.
8. Saber cuándo es suficiente.
La felicidad no está en el próximo gran logro. O en el próximo resultado. Saber estar satisfecho con lo que se tienes, significa saber que tienes suficiente. Aprecias lo que tienes ahora. La satisfacción es el camino a seguir. Esta actitud nos enseña a apreciar lo que ya está aquí. No significa que dejes de crecer. Significa que dejas de necesitar más para sentirte completo. La gratitud aumenta las hormonas de la felicidad. Observa lo que es suficiente, no lo que falta. Imagina menos lo que no tienes. Más paz. Eso es estar satisfecho con la propia situación.
9. Encuentra la armonía interior en todas las cosas.
Encontrar la armonía interior en todas las cosas es equilibrio, paz y aceptación. No perfección. No control. Solo estar a gusto con la vida tal como es. La vida siempre nos llevará en mil direcciones. El trabajo, el dinero, las relaciones, el futuro... es abrumador. La armonía y la alegría de vivir es un recordatorio para bajar el ritmo. Para integrarse con la vida, no luchar contra ella. Es aprender a fluir en lugar de forzar las cosas. No tienes que arreglarlo todo. Solo tienes que encontrar tu propia sensación de paz dentro de ella.
Nunca llegará el día en que finalmente estemos al mando de las cosas. Deja que las cosas sean. Fluye con ellas. La paz interior proviene de no resistirse a la realidad.
Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.
Patricio Varsariah.