Hoy, mañana y siempre, quiero agradecer a la vida, por todas las oportunidades que me brindas, por las personas que colocas en mi camino y la extraordinaria tabla de lugares de interés que ofreces. Incluso ahora, cuando veo a la gente abandonar el planeta y veo cómo se destruye nuestra preciosa madre tierra, siento tu mano en mi hombro, bendiciéndome, trayendo alegría donde había tristeza.

Gracias por las personas increíbles y tentadoras que me guían y viajan conmigo, y por aquellos a quienes se me permite guiar. Qué sorprendente que un encuentro casual pueda cambiar el rumbo de mi vida, y que la marea se mueva intencionalmente en cada momento. Estoy asombrado por tus maravillas, por la unicidad que ilumina mi camino, por las elecciones y las posibilidades que iluminan el cielo de mi Ser. 

¿Cómo puede la vida seguir organizándose en una bendición continua? ¿Cómo puede mi bien vigilar sin cesar cada momento? Sin embargo, lo hace. ¡Hay un milagro en cada esquina, pero el milagro más grande es que puedo ver! Puedo ver lo que subyace a las perturbaciones superficiales y experimentar la esencia de la vida. Esta es la realidad. Ésta es la maravilla de vivir.

Puede que no crea que la vida tenga sentido, pero sí creo que ese sentido lo tenemos nosotros. El significado ilumina nuestras percepciones y trae consigo el grial de la comprensión. Es el grial de la transformación, no de la información, y ante esto mi única reacción es dar gracias por mis bendiciones, y lo hago. Con gratitud y asombro, de la mano, la vida sólo puede volverse cada vez más fácil.

Con amor, admiración y gratitud,

Patricio Varsariah.
Mi gratitud por leer y que tengas un día maravilloso.