La vida puede parecer una pérdida de tiempo. Te levantas, vas a trabajar, sigues tu rutina y te vas a la cama. Repite. Me canso de los mismos patrones, hábitos y comportamientos. Conoces esa sensación: hacer lo mismo una y otra vez. Sigues la misma rutina de lunes a domingo, semana tras semana. La vida se repite en un bucle infinito. Me harto. Así que rompo el ciclo a propósito. Varío un poco las cosas. Ajusto mi rutina semanal para hacer tiempo para más desviaciones.

La vida está hecha para vivirla, no para soportarla. Si todo parece predecible o mecánico, me despierto con asombro o un elemento de sorpresa. Me doy un respiro de la monotonía para recuperar la maravilla. Y evito que la vida se estanque. Hay que escapar de lo habitual o salir de lo ordinario. Es una práctica de romper con la rutina, de liberarse de patrones que le quitan esa sensación de “estar vivo” de ser humano.

La liberación de lo habitual. El tipo de ruptura que te sacude y te hace tomar conciencia. No es solo relajarse; es reconectarse con un lado de la vida que está vivo, impredecible. Romper patrones mantiene la mente alerta y emocionada.

Les habló sobre el “método de rotación”, un concepto similar en el que cambias intencionalmente tu entorno o actividades para evitar el aburrimiento. Creo que la vida se vuelve monótona cuando repetimos las mismas cosas sin fin. Debemos mantener las cosas frescas y te hace sentir más vivo. Cuando elijes conscientemente hacer algo inesperado. Te sales de la norma.

Piensa en la emoción, habla de emoción, actúa con emoción y seguramente te convertirás en una persona emocionada. La vida adquirirá un nuevo nido, un interés más profundo y un mayor significado. Puedes pensar, hablar y actuar hasta llegar a la monotonía, el aburrimiento o la infelicidad. Mediante el mismo proceso puedes generar inspiración, entusiasmo y una creciente profundidad de alegría. Cambiar tu rutina matutina o hago algo espontáneo. Leer un libro de un género que nunca has explorado. Son cosas pequeñas, pero cambian tu perspectiva. Te sacan del piloto automático y Te llevan al momento presente.

Cambiar las cosas. Estos pequeños actos interrumpen las rutinas familiares en la mente. De repente, el mundo se siente nuevo otra vez, un poco menos predecible. Te sientes más despierto y más comprometido con el entorno. Notas cosas que normalmente ignoras. Los detalles se vuelven visibles. Estos cambios te sacan del piloto automático. Te despiertan. Te mantiene curioso y consciente de las infinitas posibilidades del día. Lo prácticas para recuperar la conciencia del presente, algo de lo que hablo mucho en mis escritos.

Hay una base científica detrás de esto. Romper con las rutinas obliga al cerebro a pensar de manera diferente. La neurociencia demuestra que cuando te involucras en nuevas actividades, tu cerebro forma nuevas conexiones neuronales. El cambio mantiene la mente alerta y más consciente. Cada vez que rompes la monotonía, estimulas tu cerebro. Las nuevas experiencias también desencadenan la dopamina, la sustancia química de la “recompensa”.

La dopamina enciende el cerebro, creando sentimientos de placer y compromiso. Pero no se trata solo de placer. Las nuevas experiencias fortalecen la concentración. Entonces, no solo estas cambiando tu día o rompiendo la monotonía, estas reconectando tu cerebro.
Los niños observan insectos en la acera, las flores y cosas nuevas en el entorno. Los adultos lo superan. Vuelvo al asombro a propósito. Para ver las cosas con ojos de principiante, para vivir con curiosidad.

La seguridad en la rutina es esencial para hacer las cosas. Encontramos seguridad en una estructura eficiente para la vida, pero tiene un costo: la vida pronto puede sentirse aburrida y sin inspiración. Te olvidas de estar presente. Por eso es tan importante practicar la costumbre de “salir de la rutina”. No se trata solo de hacer algo nuevo por hacerlo. Es un “despertar mental”. Un recordatorio de que la vida no tiene por qué ser predecible.

Pero sin la interrupción ocasional, corres el riesgo de que la vida quede atrapada en tus propios hábitos. La presión por mantener las cosas perfectas roba a la vida la espontaneidad. Así, la libertad no siempre es cómoda. Y debes darte un verdadero descanso. No importa cuán pequeño sea. No tienes que tomarme unas vacaciones para salid de la rutina. Elije una pequeña cosa para interrumpir tu día. Elije una pequeña sorpresa para volver a maravillarme. Eso es “salir de la rutina”.  en acción: el verdadero descanso que mereces. Puedes practicar “salir de la rutina”.  en cualquier momento y en cualquier lugar. No requiere mucho esfuerzo, solo un cambio de mentalidad. Permítete liberarte de lo que se espera, incluso en pequeñas formas. Cuando lo hagas, notarás que la vida se vuelve más abierta.

La vida no tiene por qué ser tan rígida. “salir de la rutina”.  es tu permiso para alterar tu rutina a propósito, aunque sea por unos minutos. Es una forma de vida que cambia tu relación contigo mismo. Pruébalo. Te sorprenderá cómo te hace sentir.

Mi gratitud por leer y que tengas un día maravilloso.

Patricion Varsariah.