Una verdadera paradoja de la vida.
Publicado por Patricio Varsariah el lunes, junio 17, 2024
Estamos programados para permanecer en nuestras cabezas. Analizamos decisiones pasadas, repetimos conversaciones y nos preguntamos: "¿Y si hubiera dicho algo diferente?" Incluso de vez en cuando pensamos en la otra vida que podríamos haber tenido.
Es reconfortante. Es familiar. Estamos atrapados reviviendo el pasado. La vida se ha convertido en un gran espejo retrovisor. Deseamos tener control sobre el pasado. No podemos cambiarlo, pero moldea quiénes somos y cómo abordamos nuestras vidas.
Es una paradoja. Entendemos el mundo sólo a través de la lente borrosa del pasado. Esa, sostengo, es la lamentable carga de la vida.
El hecho lamentable de nuestra realidad es que la vida siempre se vive en retrospectiva. Nunca sabemos lo que está por venir y la mayoría de nosotros no hemos aprendido a vivir el ahora. Como tal, todo lo que tenemos es el pasado.
La vida, en retrospectiva, es la tiranía de la retrospectiva. Tomamos decisiones y sentimos emociones en el presente, pero la verdadera comprensión de esas decisiones, experiencias y emociones sólo llega en retrospectiva. Pero la perspectiva retrospectiva es un arma de doble filo.
La sabiduría del pasado también es un sesgo. Sobreestimamos lo que podríamos haber sabido. Y a veces convertirnos en víctimas pasivas de la mala suerte en lugar de participantes activos en una cadena de nuestras experiencias que sólo conduce a más arrepentimiento, una emoción paralizante que nos mantiene atrapados en lo que podría haber sido.
El sesgo retrospectivo tiene efectos perniciosos en las evaluaciones de quienes toman las decisiones. Lleva a los observadores a evaluar la calidad de una decisión no por si el proceso fue acertado sino por si su resultado fue bueno o malo.
Una obsesión con mi pasado no me hará ningún bien. Solo estaré permanentemente apegado a “qué pasaría si” y “debería haberlo hecho” o a la trampa de la retrospectiva que distorsionará mi presente y me robará la realidad necesaria para diseñar mi futuro.
Cuestioné mis elecciones, por temor a haberme perdido un giro óptimo en la vida. Me detendré en las heridas del pasado y viviré con amargura. Entonces el futuro se convierte en una fuente de ansiedad porque el pasado me dice que todo podría salir mal.
Si bien la retrospectiva es valiosa, se puede hacer más con el poder de la previsión. Establezca metas, tome decisiones conscientes y actúe ahora para lograr el futuro que desea. La vida sólo puede entenderse al revés; pero hay que vivirlo hacia adelante.
El pasado es un maestro poderoso, pero no es nuestro entrenador de vida. Podemos aprender de sus lecciones, pero no podemos insistir en sus errores. Los efectos negativos del sesgo retrospectivo son demasiado graves para ignorarlos. El único camino verdaderamente abierto para nosotros es el que se extiende hacia adelante.
Si hubiera un mensaje por el que pudiera ser conocido en los años y siglos posteriores a mi partida, un mensaje por el que me recuerden, si es que me recuerdan, sería los escritos que estoy entregando aquí mismo. y ahora: dónde estás ahora y qué eres ahora, en este preciso momento, está absolutamente, cien por ciento bien... y aceptarte ahora mismo por quién, qué y dónde estás no sólo es tu mejor apuesta, es tu única apuesta.
Camina con propósito, con intención y apreciando la vida que tienes ahora. El peso del futuro invisible o la carga del pasado no deben paralizarte.
El deseo perpetuo de estar en otro lugar distinto de donde estás es una trampa. Pero no es permanente. Puedes cambiar tu realidad ahora. Pero vivir hacia adelante y juzgar hacia atrás es una habilidad. Como cualquier habilidad, requiere práctica. Es la única manera de vivir verdaderamente.
Si pudiéramos vivir al nivel del alma todo el tiempo, no habría necesidad de mirar en retrospectiva para apreciar las grandes verdades de la vida. La retrospectiva puede ser un maestro duro. Pero visto desde el nivel consciente, es un empujón en el camino del crecimiento. Resiste la tentación de apegarte al pasado.
Si supiera entonces lo que sé ahora es una lección del error de mi ego. Estoy experimentando la vida con el corazón abierto. Tengo la intención de fluir como un río: no me dejaré atrapar por el sesgo de la retrospectiva.
Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.
Patricio Varsariah.
El arte de vivir implica saber cuándo aguantar y cuándo soltar.