El estrés y el dolor pueden llevarte por un camino muy oscuro. Mis peores días parecían un ciclo sin fin. He estado atrapado en mi cabeza demasiadas veces en el pasado. Rumiando. Pensando demasiado. Estancado en experiencias negativas. No podía ver las posibilidades. Estaba atrapado en un ciclo de estrés. De dolor. De preocupación. Estaba reviviendo mi dolor. No porque lo estuviera causando. Sino porque no estaba haciendo nada para cambiar mi forma de responder a él. Estaba atrapado en un período. Y el ciclo me estaba quitando la vida.

Reproducir las mismas viejas historias no nos ayuda a construir una vida donde no existan. Si no puedes ver más allá de tu dolor, todos los días serán iguales. Estrés. Ansiedad. Agotamiento. Si los muchos factores estresantes de la vida te llevan por un camino oscuro, te consumirán. Si no puedes superar tus tensiones, tus problemas y tu dolor, no puedes crear un nuevo futuro donde esas cosas no existan.

El estrés reconfigura el cerebro. Te hace más reactivo, menos capaz de pensar con claridad y nos mantiene atrapados en el modo de supervivencia, tratando de superar el día. 

¿Cuándo el estrés se apodera de ti? ¿Cuándo el dolor te controla? Ese es el problema. Te pierdes en la preocupación. Dejas de vivir. Eso es contra lo que luchas. Necesitas equilibrio. Necesitas herramientas. El ejercicio despejara tu mente. Las respiraciones profundas te tranquilizaran. Dormir bien te restablece. La conexión real, te mantendrá en el presente.

Estas son mis habilidades de supervivencia: El alivio de superar y crecer a través de lo que estuve atravesando hiso mucho más por mi salud mental. Así que no aspires a una vida sin estrés ni dolor. Aspira a una vida en la que no te posean. Donde los sientas, pero no te ahoguen. Donde luches, pero no te quiebren. Esa es la vida que quieres construir.

Debes entrenar tui cerebro para que se centre en las posibilidades, en el simple hecho de ser, no en los problemas. Intenta activamente dejar de pensar en lo que está mal y fijarte en lo que está bien, en lo que hay en el momento. La vida sin estrés ni dolor no es el objetivo. El objetivo es una vida en la que esas cosas no se apoderen de tu vida. En la que sea libre de ser.

Pero tengo que ir más allá de los factores estresantes para alcanzarlo. Porque si no puedes superar tus factores estresantes, no podrás crear un nuevo futuro. Convertirse en antifrágil es la forma de trascender el desorden de la vida. Lo antifrágil crece a partir del desorden. Lo resiliente resiste los golpes y se mantiene igual; lo antifrágil mejora.

Si te quedas estancado en tu estrés, construyes muros que impiden la luz de los nuevos comienzos. La vida siempre estará llena de factores estresantes. Trabajo. Relaciones. Dinero. Salud. Están en todas partes. No puedes evitarlos, pero sí puedes superarlos. Puedes crecer a partir de ellos. Acepta que cada uno de ellos tiene una lección. Transforma tu dolor en crecimiento. No es la carga lo que te desmorona, sino la forma en que la llevas.

Mejoramos cuando trascendemos nuestros numerosos factores estresantes. Crecer a partir de nuestras experiencias y a través de ellas lo cambia todo. Pero comienza por nombrar tus factores estresantes y trascenderlos. Escríbelos si es necesario. Verlos en papel los hace sentir más pequeños. Menos abrumadores.

El estrés laboral me enseñó en el pasado, que necesitaba mejores límites. Mi estrés financiero me enseñó que necesitaba un mejor presupuesto. Mi estrés en las relaciones me enseñó que necesitaba comunicarme mejor. Nombrar tus factores estresantes es poderoso. Les quita poder. Los convierte de monstruos en maestros. El estrés te muestra dónde necesitas cambiar. No luches contra ellos. No los ignores. Enfréntalos. Aprende de ellos. 

El dolor te muestra dónde necesitas crecer. Te muestra dónde necesitas sanar. Pero nombrar nuestros factores estresantes no es suficiente. Tienes que trascenderlos. Tienes que tomar acción. Tu objetivo debe hacer de la antifragilidad una forma de vida. Querer ser capaz de manejar todo lo que la vida te depare. Eso significa replantear todo lo que crees que te está frenando. Elevarte por encima del dolor. Nombrar tus factores estresantes. Y verlos pasar sin apegarte. Eso requiere práctica. Mucha práctica consciente todos los días.

Todavía tengo días malos. Todavía me preocupo. Pero soy más consciente cuando está sucediendo. Sigo redirigiendo mi energía más allá de los problemas. Me desapego para ver mis factores estresantes por lo que son: dolor temporal. Soy el observador. La conciencia fuera del estrés. Construir mi mejor vida requiere esa separación. Es la única forma en que puedo trascender mis pensamientos acelerados.

Nuestro estrés, dolor y preocupaciones son como anclas. Nos mantienen atados al pasado. Cortar la cuerda es nuestra única opción. Esperar a que las cosas cambien no funciona. Los factores estresantes no desaparecen. Tenemos que hacer algo al respecto. Pero lleva tiempo. Así que empieza ahora. 

Convierte el dejar ir en una práctica consciente. Deja ir lo que te frena. Es la manera de avanzar hacia el futuro que mereces. Porque si no puedes superar tus tensiones, no puedes crear el nuevo futuro que deseas. Y tú mereces ese futuro. Todos lo merecemos. Mereces un futuro libre de viejas cargas. Puedes usar tu estrés para manifestar cambios. Puedes crear un nuevo camino. Es el mejor regalo que puedes darte.

Mi gratitud por dedicar tu tiempo en leer, que tengas un día maravilloso.

Patricio Varsariah.
Solo se vive una vez, pero si se hace bien, una vez es suficiente.