Todos viajamos en el tiempo. La mala noticia es que siempre estamos en movimiento. No hay botón de pausa. El tiempo no se detiene para nadie. El mundo no esperará a que nos pongamos al día. No podemos controlar el flujo. Por eso vivo según una regla simple: Estar preparado para el cambio. Estar siempre preparado para evolucionar, adaptarse, sobrevivir o quedarse atrás.

Estar preparado para el cambio es como sé que estoy preparado para cualquier cosa que el futuro incierto me depare. Sé que tendré las herramientas y la adaptabilidad para encontrar mi equilibrio nuevamente.

Llevo años aplicando ese mantra. Es mi primera regla para la supervivencia moderna. Es simple, pero funciona. A lo largo de los años, me he adaptado muchas veces en mi vida y mi carrera. Mi vida y mi carrera han sido una serie de experimentos en progreso. Así es como me preparé para el cambio. Lo dejo ir si un hábito, principio, modelo mental o habilidad ya no me sirve.

Soy un aprendiz permanente y me encuentro con muchas mentalidades y principios. La única forma de saber si algo puede funcionar para mí es aplicarlo y medirlo. Si los beneficios acumulativos valen la pena, sigo haciendo más. Hago más de lo que funciona y menos de lo que no me sirve ahora o no me servirá de nada en el futuro. La voluntad de cuestionar lo que sé y estar abierto a nuevas posibilidades me beneficiará a largo plazo.

Entonces, siempre miro hacia adentro, identificando todo lo que estoy haciendo bien o mal y lo que debo hacer para lograrlo mañana. Dejo ir lo que ya no me sirve y hago espacio para las herramientas que me llevarán hacia el futuro.

Mi “sistema operativo de vida” (habilidades, hábitos, principios) requiere una actualización para seguir adelante. Evolucionar, adaptarse y sobrevivir no son opciones; son exigencias en mi vida. Así fluyo con el tiempo. 

La resistencia no funciona. Ir contra la corriente es agotador. Pero eso ya lo sabes. Sabes que el cambio es una medida más inteligente. Adaptando tu rumbo es como te mantendrás mejor. ¿Por qué agotarte? El crecimiento está fuera de todos los patrones fijos Lo que me trajo aquí no me llevará al futuro. Me estoy salvando de mis creencias, habilidades, suposiciones y hábitos obsoletos. Estoy invirtiendo en mi yo futuro.

Los médicos no te ayudarán a estar sano. Los nutricionistas no te harán adelgazar. Los profesores no te harán inteligente. Los gurús no te calmarán. Los mentores no te harán rico. Los entrenadores no te pondrán en forma. En definitiva, hay que asumir nuestra responsabilidad. 

La única manera de seguir adelante y estar en tu mejor momento es tomar el control de tu propia evolución y supervivencia. Evoluciona con el tiempo. No tienes que perderte. Sé cómo el bambú. Se dobla con el viento, no en contra. Mantiene su núcleo fuerte y sus raíces profundas, pero sus ramas buscan la luz en constante cambio. Puedes hacer lo mismo.

Adaptarse es el enfoque más inteligente de la vida. No se trata de abandonar quién eres, sino de convertirte en quien necesitas ser para seguir haciendo lo que mejor sabes hacer. Estar preparado para el cambio es la forma de mantenerse a flote y mejorar. Te vuelves más resiliente, adaptable y listo para afrontar la vida.

Aferrarme a habilidades o hábitos obsoletos sin efectos tangibles en la vida es una receta para el estancamiento. El mundo no se disculpará por seguir adelante sin ti, así que encuentro nuevas formas de expresarte en un mundo cambiante sin perderte. La única manera de encontrarle sentido al cambio es sumergirse en él, moverse con él y unirse al baile.

Listo para el cambio es cómo me convierto en un participante activo en mi propia vida. Cada nuevo día es un motivo para aprender, crecer y seguir avanzando. El reloj nunca se detiene, pero puedo decidir cómo pasaré mi tiempo en movimiento.

El cambio no es el enemigo. Es el motor mismo del progreso humano. No lucharé ni me resistiré. Pero quiero tener el control de mi propio desarrollo personal. Y la única forma de hacerlo de forma eficaz es estar preparado para el cambio.

"Vacía tu mente, déjate llevar. Sin forma, como el agua. Si pones agua en una taza, se convierte en la taza. Pones agua en una botella y se convierte en la botella. Lo pones en una tetera y se convierte en la tetera. Ahora el agua puede fluir o puede golpear. Sé agua.

Tengo que ser honesto conmigo mismo. Debo admitir cuando mis habilidades y hábitos que alguna vez fueron confiables ya no me sirven. Debo reconocer cuando mis rutinas de comodidad se convierten en una trampa. Es la única manera de identificar dónde necesito adaptarme y crecer.

Adoptar un enfoque flexible en la vida moderna no siempre ha sido fácil, pero mi crecimiento depende de ello. Sentirse estancado no es una opción. Es una trampa mental que haré todo lo posible para evitar.

¿Estás lista o listo para el cambio? El futuro depende de tu respuesta.

Que tengas un día maravilloso y gracias por leer.

Patricio Varsariah.
Encuentra paz en el ahora. Sufrirás menos y vivirás más.