A veces suele suceder que mi alma, el corazón y mi mente son invadidos de pronto por un estado de soledad y  tristeza profunda; es algo que fácilmente no sé definir, ni porqué sucede. Lo único que sé es que de pronto siento que el alma me pesa.

Permanezco preso de ella alrededor de una semana o un poco más. Todo lo veo de otro color, es decir, bañado con el espíritu de la melancolía, del dolor infinito. Las horas y los días transcurren sin decir adiós; los miro y no me importan. La noche se torna distinta, siento que en la profundidad de sus alas, mi alma duele. La luna: en otrora tiempo mi gran amiga, no la quiero a mi lado. La brisa: mensajera de mis pensamientos, la prefiero muda. ´ Ahora que escribo, me doy cuenta, que me es propicia la compañía de la lluvia, el silencio , ¡ quien lo creyera!. No me había dado cuenta que estaban conmigo y lo mucho que me han servido.

Tristeza… infinita tristeza, me cubre de infinita Tristeza.

He pasado largas horas pensando, tratando de encontrar su origen, pero no ha sido posible. Lo que si he notado es que es precedido de un hecho que a mi manera de ver y entender me causa dolor en el alma. Es como si una fuerza misteriosa y delicada hiciera mi alma presa por aquel enunciado tiempo. Si es así, ¿ qué persigue? Absoluto misterio.

Claro que aquello tiene sus ventajas, pues cuando sucede: mis dones intensifican su brillo, mi mente en medio de todo se hace más lúcida, mi alma al ascender del mundo de la melancolía llega cubierta de luz, y de mi corazón brota efervescente el cáliz del amor.

Es posible que sea sanación espiritual ¿ porqué no? .Nunca había escrito sobre este " estado melancólico del alma ". Es la primera vez que lo hago. Sus idas y venidas se encuentran en el Santuario de mi Alma.

he dicho....
Patricio Varsariah